Uno se pone nostálgico según pasan los años. Cierras los ojos y comienzas a recordar imágenes de tu infancia, de cuando eras un crío y te reunías con toda tu familia. Muchos recuerdan el verano, otros la Semana Santa, bodas o cumpleaños, en mi caso, siempre eran las Navidades cuando nos juntábamos todos. Mis padres y hermanos íbamos al pueblo, donde nos juntábamos con mis abuelos, tíos y primos. Jo, qué bien lo pasábamos. Y si hay algo que me recuerda a esa época, es el turrón.
Y es que el turrón es lo más representativo de una época como la Navidad. Además, normalmente las empresas que fabrican turrón suelen ser muy familiares. De esas que pasan de una generación a otra. Quizás por esto, también me resulte tan familiar todo esto. Un ejemplo muy claro lo tenemos en Adelia Ivánez, que son cinco generaciones de maestros turroneros.
En sus anaqueles encontrarás un sinfín de productos navideños. Sokonusko, el turrón autóctono de Bilbao, turrones sin gluten para que quienes no toleran estas proteínas no se priven de delicias navideñas o turrones a la piedra, que, en contra de lo que su nombre indica, son más blandos y no se elaboran con miel, sino con azúcar y canela.
Cómo se hace el turrón
Las clases de turrón más conocidas son el Turrón blando o de Jijona y el Turrón duro o de Alicante, famosos en todo el mundo. Su proceso de elaboración no es sencillo, pues debe seguir unos pasos necesarios y nada triviales. Además se requiere una maquinaria especial y casi única en la producción de dulces, como el boixet, las mecánicas, el molí…
El Turrón de Jijona y Alicante tienen los mismos ingredientes, y siguen casi los mismos pasos de elaboración. Lo explicaremos a grandes rasgos a continuación.
En final del proceso de la elaboración del turrón duro es diferente al del turrón blando, ya que se añade clara de huevo diluida como blanqueante, de ahí su color. Cuando se evapora el agua añadida junto con la clara de huevo, entonces se añade la almendra marcona tostada.
El turrón con denominación de origen de Alicante garantiza que un 10% como mínimo de la composición del turrón sea miel, y al menos un 60% almendra en el turrón de Alicante. (64% de almendra en el caso del turrón blando). La miel debe provenir de la Comunidad Valenciana.
El turrón Alicante o duro, es un dulce navideño típico sobretodo en la zona de alicante, sin embargo, cada día más se está convirtiendo en un producto atemporal ya que la gente compra cada vez más por internet, y existe una demanda extranjera.
El envasado
El arte no sólo está en la fabricación, sino que el envasado forma parte también de la casuística artesanal en la fabricación de turrones. La verdad es que era fascinante ir abriendo cada paquete de turrón y comprobar lo que había. Era una ilusionante aventura hacia lo desconocido, pero con ese toque de magia. Ahora todo ha evolucionado y puedes encontrar un montón de sabores. De trufa, de menta, de chocolate con avellanas y de yema con naranja y licor. Como ves hay licencia abierta para crear, y estos no son los sabores más raros que te puedes encontrar.
El turrón y demás productos navideños tienen tal arraigo en la cultura y tradición españolas que, incluso en tiempos de crisis, el consumidor no renuncia a ellos para celebrar estas fiestas. Los datos así lo indican. Aunque con ligeras variaciones, el consumo de estos productos se mantuvo estable en la última campaña, con ligeras variaciones en sentido positivo o negativo, en función de la fuente consultada, tanto en volumen como en valor.
Seguro que a ti también el turrón te evocan muchas imágenes familiares. En mi caso, muchísimas. Siempre recordaré a mi abuela queriendo comer turrón del duro, cuando ya la pobre no tenía ni dientes. O a mis sobrinos cuando eran muy pequeños y todos luchaban por coger el trozo más grande del de chocolate. Como os he dicho, soy un nostálgico del pasado, y en este caso, es el turrón el que me hace pensar en ello. ¿A ti? ¿Tienes alguna historia curiosa sobre el turrón?