Llega la Navidad y aunque no soy una persona muy consumista, este año creo que me voy a llevar el premio a la madre consentidora, aunque la verdad es que esta vez mi hijo se lo merece, al menos eso pienso yo.
Mi hijo es un chaval estudioso que jamás nos ha dado un disgusto fuera de las típicas travesuras de adolescente al llegar tarde a casa o cosas similares. El año pasado acabó el instituto teniendo claro que quería estudiar una ingeniería de diseño de videojuegos en una universidad privada demasiado cara para nuestros bolsillos, pero no es por capricho, lo quiere así porque es la única universidad con verdadero nombre en el mundo del videojuego, su pasión y su futuro profesional.
Obviamente, desde hace años, el chaval sabe que nosotros no podemos costearle esos estudios y, en secreto, presentó un proyecto virtual a la propia universidad, en inglés, para conseguir una beca de estudio realmente interesante pues, no sólo podría estudiar en la universidad sin pagar matrícula ni cuotas, sino que además recibiría una cantidad mensual de dietas y desplazamientos para vivir dentro del propio campus que se encuentra, nada más y nada menos, que en Londres. ¿Y sabéis qué? Lo consiguió. En septiembre le llegó una carta con la gran noticia y nosotros, que estábamos prácticamente con la matrícula en la universidad pública para que estudiara ingeniería informática, nos quedamos con la boca abierta al enterarnos de que en menos de un mes se iría a estudiar a Londres, lo que él quería, en una universidad prestigiosa y a gastos pagados. Creo que no puedo estar más orgullosa de él, ni yo ni su padre.
Ahora en Navidad vendrá a casa, como el del anuncio, y queremos darle una sorpresa comprándole este pc de sobremesa gaming. Obviamente nosotros no tenemos ni idea de esto, pero un amigo suyo nos ha ido aconsejando sobre cómo debía ser un ordenador gaming potente, que al fin y al cabo es lo que necesita él ahora, y hemos optado por ese. Ahora el problema va a ser llevárselo a Londres que no sé si nos saldrá más caro el transporte que el propio ordenador, pero ya nos preocuparemos por eso cuando llegue el momento. Ahora lo importante es disfrutar de su visita y de la cara que va a poner cuando vea la torre del ordenador.
Una profesión con mucho futuro
Y es que parece que los diseñadores de videojuegos son ahora unos profesionales realmente demandados. Más de 4400 puestos de trabajo, una facturación en 2015 de 510 millones de euros y hasta 480 estudios inscritos hasta diciembre el año pasado en la industria del videojuego en España. Con suerte mi hijo nos saca de pobres, jejeje.
Pero, por lo visto, además de la figura del diseñador del videojuego, existe otro perfil profesional en el sector que también está siendo realmente demandado por las empresas españolas, estadounidenses y japonesas se trata del guionista de videojuegos. Él es quien se encarga de crear toda esa narrativa al servicio de la trama del juego y mientras que unos programan como locos mil aventuras gráficas, los guionistas disfrutan diseñando puzles, las pruebas o los diálogos de los que disfrutarán los jugadores, muchas veces sometidos a los avatares de la propia técnica.
Yo me acabo de enterar de que ese puesto de trabajo existe pero ya hay cientos de jóvenes interesados en él así que no podemos perderlo de vista porque puede que nuestra hija pequeña, que adora escribir y leer, nos salga guionista ¿no?