Supongo que si eres comerciante conocerás palabras como rotación, liquidación, stocks rebajas o saldos. Uno de los que más me llama la atención es la rotación, uno de los componentes del beneficio. Se podría decir que el beneficio es el margen por rotación. Me explico, el beneficio será igual si vendemos a lo largo de un año un producto con un margen de 100 euros, que 5 productos con un margen de 20 euros. Pero claro, no es lo mismo vender una camiseta, algo que no perece, que pescado, algo efímero.
A menor precio de un producto, podremos obtener una mayor rotación aunque con un menor margen unitario. Para poder tomar la decisión adecuada, existen herramientas de investigación comercial que nos ayuda a relacionar estas variables. Por su parte, la depreciación es una reducción anual del valor de un producto, planta o equipo. La depreciación puede venir motivada por tres motivos; El uso, el paso del tiempo y la obsolescencia. Nos vamos a fijar en concreto en la depreciación de un producto que tenemos en el stock, sobre todo en el sector textil.
Si tenemos una tienda de ropa, por ejemplo de niños, e intentar mantener el precio alto sin liquidar, nos llevaría al establecimiento de moda a acumular un stock obsoleto que conduciría a tener que guardarlo sin posibilidad de exponerlo, o si se expone, entonces se está restando capacidad de exposición y por tanto de venta a la nueva temporada. Por eso, una buena solución es entregar este stock a empresas como LiquiStocks, que se encargan de hacer lotes y luego ponerlos a la venta en subastas. Compran lo que sobra a otras empresas, y venden stocks todo tipo procedentes de juzgados mercantiles, liquidaciones concursales, aduanas, subastas, embargos, cierres de empresas, fábricas y almacenes. Todos los stocks que venden son de nuestra propiedad, siempre se encuentran listos para carga inmediata.
Afortunadamente para el sector, los márgenes con los que se comercian son suficientemente altos como para poder realizar una fase de rebajas de forma que se pueda liquidar la mercancía en muchas ocasiones por encima del coste de compra de la prenda.
El sector del automóvil
En otros sectores es diferente. Por ejemplo en el de coches, ya que un vehículo se puede pasar de moda por el cambio de diseño, pero claro, en este sector, el margen de intermediación es normalmente bajo. Además los vehículos tienen una depreciación mensual alta, depreciación que está además reflejada en tablas de valores de los vehículos dependiendo de su antigüedad. Es por esto que en un tiempo extremadamente corto, el vehículo entra en margen negativo, suponiendo por tanto una pérdida para el comerciante. A todo esto hay que sumarle costes elevados de mantener el vehículo parado para su venta, cómo la carga de baterías, lavados periódicos, coste de la plaza ocupada, además del coste financiero. En éste sector no existen rebajas como tales pero es fundamental ir “liquidando” los vehículos de gran dificultad.
Por eso, cuando te dispones a emprender, tienes que tener en cuenta estos aspectos para poder luego tener un Plan B en caso de que las ventas no vayan bien.