La educación y la formación suele estar encasillada de mala manera en una época definida de nuestra vida. Es triste afirmar, que la mayoría de personas que tienen más de 20 años, se sienten desesperanzados a la hora de pensar en la idea de estudiar de nuevo o acabar sus estudios.
¿Por qué sentimos que llegamos tarde a estudiar? Actualmente la esperanza de vida del ser humano es bastante larga, y creemos que no hace falta decir que tenemos vida más que de sobra para poder estudiar, trabajar o hacer lo que queramos cuando queramos. A través de este artículo vamos a abordar este tema y te vamos a mostrar las ventajas que tiene para ti estudiar cuando ya eres más mayor, aunque creas que no hay ninguna.
¿Por qué decimos que somos muy mayores para estudiar?
La idea de que somos «muy mayores» para estudiar puede estar influenciada por varios factores psicológicos y sociales. Las expectativas sociales nos suelen dejar claro que la formación está enfocada principalmente a los jóvenes, y que las personas que alcanzan cierta edad deben trabajar, o peor, ya no requieren de las habilidades necesarias para retener o aprender información.
Esta presión social, afecta a nuestra autoestima haciéndonos pensar que estamos desfasados, y a muchos, les hace sentir que no han podido lograr lo que querían en la vida y deben conformarse con el trabajo que tienen, aunque se sientan capacitados para algo mejor.
El sentido de la responsabilidad que adquirimos a medida que crecemos, también nos afecta negativamente a la hora de plantearnos volver a estudiar. Muchos de nosotros tenemos hijos, casa y pagos, y no nos resulta nada productiva la idea de estudiar y dejar de trabajar, o peor, sacrificar tiempo estudiando cuando en realidad, podríamos estar trabajando más horas.
¿Qué hay de verdad en todo esto? Absolutamente nada.
Aunque nos sintamos más responsables y a muchos nos eche para atrás la idea de volvernos a meter en una clase llena de jóvenes, existen mil maneras de estudiar que pueden amoldarse a nuestra situación personal y nuestras capacidades. Nadie es lo suficientemente mayor para estudiar, si así lo desea.
La capacidad intelectual para estudiar y retener información también depende de la persona, no de la edad. De hecho, cuando dejamos de estudiar durante un tiempo, vamos olvidándonos de cosas importantes de cultura y otros aspectos que pueden sernos útiles no sólo en una conversación, sino en nuestra vida en general, por lo que: no, estudiar a ciertas edades no es un error.
De hecho ¡todos deberíamos de seguir estudiando y aprendiendo, aunque fuera una sola cosa al día!
Ventajas de estudiar lo que quieres cuando te haces mayor.
No sólo puedes estudiar lo que quieras cuando quieras, dejando a la presión social de lado, sino que también es más recomendable estudiar lo que desees cuando te haces mayor ¿lo sabías? Entre todas las ventajas que supone, encontrarás:
- Pasión y motivación.
Cuando somos jóvenes y sólo queremos la aprobación de nuestros padres o obtener alguna titulación que nos haga tener un trabajo exitoso, solemos cometer equivocaciones respecto a nuestra educación. El cerebro durante la adolescencia (que por cierto, cada vez dura más, según esta noticia de La Mente es Maravillosa) por lo general no está preparado para tomar decisiones que nos afecten positivamente durante el resto de nuestras vidas, por lo que, podremos afrontar con mayor pasión y motivación los estudios cuando nos hacemos más mayores.
- Sentirás una mayor satisfacción respecto a los estudios y tu crecimiento personal.
Podrás estudiar lo que realmente quieres, y con ello tendrás la oportunidad de explorar tus intereses, descubrir nuevas habilidades y desarrollarte personalmente.
Puedes aprender más sobre ti mismo, tus fortalezas y tus áreas de interés, lo que puede ayudarte a crecer y desarrollarte en diferentes aspectos de tu vida.
- Mejores oportunidades laborales.
Lógicamente, estudiar lo que quieres puede abrirte puertas en términos de oportunidades laborales, ya que no será sólo un título, sino vocación.
Cuando te especializas en un área que te gusta y en la que tienes más habilidades, es muy probable que destaques fácilmente en el mercado laboral y tengas más posibilidades de encontrar un trabajo gratificante.
- Podrás concentrarte en lo que realmente te interesa.
Si, cuando somos adolescentes estamos más pendientes del de la mesa de al lado o la fiesta del viernes, que de los estudios. Esto no ocurre cuando por fin tienes ganas y motivación por obtener una formación, y, además, muchas formaciones son pagadas por ti mismo, por lo que valorarás mucho más cada segundo aprendiendo.
Sin embargo, las personas que quieren estudiar a ciertas edades, sienten que no tienen tiempo para ello, que no pueden desplazarse a ciertos sitios por realizar conciliación familiar o directamente, no quieren “rozarse” con personas muy jóvenes ya que se pueden sentir incómodos y desplazados.
Pero para esto tampoco hay problema, ya que cuentas con varias maneras de estudio adaptadas a tu edad y tus necesidades.
Desde la universidad, hasta la academia privada.
¿Sabes que puedes volver a la universidad cuando quieras? Si dejaste una carrera a medias, aún estás a tiempo de acabarla ¡no tiene caducidad!
Sin embargo, también se puede dar el caso de que no hayas podido acceder siquiera a la misma por decisiones que tomaste en tu pasado. En ese caso podrás realizar un examen de acceso a la misma adaptado a tu edad, por lo que no tendrás que pasar por la copiosa y complicada selectividad. Esta prueba se llama PAU (Prueba de Acceso a la Universidad) y tiene como opciones la prueba de mayores de 25 años y la prueba de mayores de 45.
Mientras que la prueba de 25 años consta de tres partes, una prueba específica, una prueba general y una entrevista personal, la prueba de 45 años sólo consta de un comentario de texto, una prueba de lengua castellana y una entrevista personal. Para prepararte dichas pruebas, necesitarás una academia (¡si no te quieres volver loco estudiando por tu cuenta!). Nosotros te recomendamos visitar una academia especializada como el Centro Universitario San Bernardo, para que te preparen debidamente para realizar dicha prueba y puedas por fin entrar en la universidad. Si la idea de estudiar en la universidad requiere de tu presencia y no te ves capaz de cumplir este requisito, no sufras, porque también puedes estudiar a distancia a través de la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia).
La universidad es una opción muy atractiva, pero ¡las posibilidades no acaban aquí!
Siempre puedes acudir a centros de educación privada, formación profesional, cursos en línea y hasta a aplicaciones que te preparan para presentarte a los exámenes de idiomas como Duolingo.
En cualquier caso:
¡Persigue tu sueño y estudia para dedicarte a aquello que te haga feliz!