Tener detalles siempre es importante. No cabe la menor duda de que las personas que tienen esto en cuenta gozan de una popularidad y de un cariño por parte de sus allegados y allegadas que les permite ser tenidas siempre en cuenta. Y no es para menos, desde luego. La verdad es que son muchas las cosas en las que podemos pensar para intentar que las personas que tenemos a nuestro alrededor se sientan valoradas por nuestra parte. Tener detalles es la mejor manera de conseguirlo. Los detalles contribuyen a reforzar los vínculos existentes entre las personas. Pocas cosas hay que tengan más fuerza que esto.
Una de las gamas de productos que más se tienen en cuenta a la hora de tener un detalle con la persona que queremos es la que tiene que ver con la joyería. ¿Cuántas veces habéis pensado en regalar una pulsera, un anillo o un colgante a vuestra madre por el día de la madre? ¿Y a vuestra pareja por San Valentín? ¿Qué nos decís de vuestras hermanas, tías o abuelas? Todos estos ejemplos son extrapolables, por supuesto, para el género masculino. La joyería es algo que sienta bien tanto a unos como a otras.
Una información vertida en el portal web de Modaes informaba de que la joyería había elevado sus ventas en el año 2016 un 3’4%. La verdad es que se trata de un dato que daba oxígeno a uno de los sectores que más había padecido los problemas ocasionados por la crisis económica desde el año 2008. Ni que decir tiene que la venta ligada a la joyería tiene mucha relación con el nivel adquisitivo de una sociedad. Y la española, en 2016, vio aumentados sus ingresos. Hablamos de una relación que pocas veces falla.
Hablar de un material como el oro resulta mareante para muchas personas porque implica añadir varios ceros en lo que tiene que ver con la compraventa de los productos que cuentan con su presencia. Una noticia publicada en la página web Consumer indicaba que la plata es, entonces, un refugio para muchas personas ante la crisis, ya sean vendedoras o compradoras de productos con este material. Ni que decir tiene que una joya de plata también tiene la capacidad de llamar la atención. Desde luego, es un material recurrente a la hora de tener esos detalles de los que os hablábamos.
Tener un detalle con alguien de nuestra confianza es algo que nos hace ganar valor como personas y que, como es lógico, refuerza nuestra conexión con la persona a la que estamos haciendo el regalo. En los últimos tiempos, regalar todo tipo de anillos, colgantes o pulseras de plata se ha puesto de moda como la manera ideal de tener ese detalle con una persona que nos importa. Tanto es así, que la venta de estos productos en un materia como la plata se disparó entre 2016 y 2019, según nos han comentado desde Coseta.
¿Cómo afectará el coronavirus al sector?
Es evidente que la crisis del coronavirus ha afectado al conjunto de tiendas que se dedican a la venta de artículos como de los que os estábamos hablando. Los tres meses en los que este tipo de negocios permaneció cerrado son una losa demasiado importante y las restricciones que han venido después, como seguro que ya sabréis, tampoco han ayudado demasiado. Además, y en vistas de que el poderío económico de muchas familias españolas ha decaído, aunque estén abiertos estos negocios, habrá decaído el número de personas que han adquirido alguno de sus productos.
Estamos convencidos de que las tiendas dedicadas a la venta de joyería van a salir adelante. En cuanto vayamos superando la pandemia, algo que ya viene ocurriendo de un tiempo a esta parte, van a irse viendo mejorados los registros de ventas del sector. Es algo en lo que también confían las personas que tienen una relación directa con esta actividad y que saben perfectamente cómo es su mercado y cómo va a responder en los meses que están por venir. Solo el tiempo nos puede dar la razón, pero estamos plenamente convencidos de que así será.
Estamos en un momento en el que nuestros comercios no esperaban encontrarse hace apenas un par de años. El 2020 ha sido realmente duro, mucho más de lo que estaba previsto, pero creemos que la economía solo se ha mantenido en un estado de hibernación y que ahora vamos a registrar guarismos similares a los que teníamos allá por el mes de febrero de 2020, cuando la pandemia todavía no había penetrado de un modo tan terrible en nuestra sociedad y en nuestro tejido productivo. Es momento de continuar por donde lo dejamos. Es momento de seguir creciendo. Ahora sí que sí.