Estoy un poco harto de que cuidarse sea sólo cosa de mujeres. Todo está cambiando, la sociedad en general, y parece que si dices que compras o dejas de comprar ciertos productos y cosméticos es raro, suena extraño o pueden tacharte de gay. Pues no lo soy, no soy gay, pero si lo fuera tampoco estaría de acuerdo en que me encasillaran ahí sólo porque intento cuidarme. No todos los gay se preocupan por su aspecto y no todos los hetero pasan de él. Yo soy un hombre de 45 años, heterosexual y adicto a esta tienda de productos de peluquería porque me obsesiona la idea de que en un corto espacio de tiempo pueda perder mi cabello. No quiero quedarme calvo, y me cuido, y si a pesar de ello llego a sufrir de calvicie, buscaré remedio.
Tengo amigas que ahora compran en Pelumarket porque yo se lo recomendé. ¿Y qué? ¿Es algo malo acaso? Ellas saben perfectamente cómo cuido mi cabello y me preguntaron dónde compraba esos productos y se lo dije, así de sencillo, y lo volvería a hacer aunque eso significase airear a los cuatro vientos que me cuido, que busco productos por Internet y que tengo tarjeta de cliente en una tienda online de cosméticos y productos de peluquería. Para mí no es un insulto que me llamen gay pero puede que sí lo sea para los homosexuales ya que parece que estén más encasillados que nadie en este mundo.
Si eres gay tienes que ser femenino, cuidarte el cabello, la piel, ser muy fino e incluso vestir lo más “cool” posible (¿se dice así, no? Si no, perdonarme), y si no entras dentro de ese canon entonces es porque eres el otro estereotipo: camisa a cuadros, barba, grandullón y un poco osito mimosín. Y el hombre hetero ha de ser guapo por naturaleza, tener la piel perfecta porque sí y cuidarse lo justo y necesario porque, de lo contrario, también te sales de los cánones y entonces eres un metrosexual o algo parecido. Pues no, nada de eso.
Estamos en el siglo XXI y los hombres y las mujeres pueden ser homosexuales o heterosexuales, pueden ser presumidos o no, pueden cuidarse el cabello o no, pueden ser más o menos femeninos y o masculinas y pueden ser exactamente como ellos y ellas quieran ser. Así de simple.
La publicidad puede ayudar a la normalización
El otro día vi una campaña de moda masculina donde un hombre que no entraba en los cánones de lo que supuestamente ha de ser un modelo ejercía como tal y me pareció estupendo. Es una campaña de ropa interior donde los modelos son gorditos, rastafaris, peludos, barbudos o demasiado delgados… lo que vendría a ser hombres, en general, de todo tipo, y me parece maravillosa la idea. También ha hecho algo parecido Inditex con su última campaña de moda de Zara porque ha elegido para ella modelos totalmente asexuados, muy transgéneros, que podrían ser tanto hombres como mujeres, y la ropa es de ese mismo rollo.
A mí esta última campaña, la de Zara, no me mola, porque al final lo que hacen es seguir creando la imagen de modelos delgados que llevan ropa que les queda súper bien, sea como sea. Lo único que han hecho es seguir la tendencia de crear una colección que sirva tanto para chicos como para chicas, que parece que ahora se lleva mucho.
Lo único que digo con todo esto es que ya está bien de estereotipos y de prejuicios, que cada uno puede ser como le dé la gana y no por eso dejar de ser otra cosa. Podemos ser lo que queramos ser, y una sola cosa, sino muchas. Podemos ser hombres muy masculinos y gays, que se cuidan o no, heterosexuales con mucha pluma o mujeres libres que hacen lo que les da la gana y se acuestan con quien quieren sin tener que dar explicaciones a nadie y sin necesidad de que nadie las catalogue de nada. Amigos y amigas, subíos al tren que os quedáis atrás. Viva el s. XXI y viva la libertad.