Las migas son uno de los platos más típicos de España, pero existen muchas variantes, en función de la zona del país donde se elaboren. Es una receta de aprovechamiento que ha ido pasando de padres a hijos.
Es un plato que se ha vinculado desde siempre a los pastores que recorrían grandes territorios con su ganado y las elaboraban para aprovechar el pan seco.
Es un plato humilde, pero saciante. La carne de cerdo nos aporta proteínas de calidad y el pan aporta carbohidratos complejos.
Desde DIARIO AS informan que «el origen de este plato, uno de los más característicos de zonas como Extremadura o Castilla La Mancha, también podría estar en la época de Al-Ándalus. En aquel momento, se preparaba un plato que puede ser predecesor de las migas, y que era llamado tharid”
En un manuscrito de Ambrosio Huici Miranda, se relataban las diferentes formas para elaborar este alimento. Una de ellas era mojar el pan en estofado de cordero. Otra de las formas para prepararlo era con cuscús, uno de los platos típicos de la gastronomía árabe.
En Huelva se preparan con patatas y pimiento. Para elaborar este plato picamos el pan en trozos pequeños y finitos. Pelamos y cortamos las patatas en rodajas finas y el pimiento en tiras finas.
En una sartén ponemos aceite de oliva y freímos los ajos sin pelar, cuando estén dorados, los sacamos y los reservamos. En el mismo aceite freímos las patatas y los pimientos.
Después, añadimos el pan y lo mojamos todo con agua, en la que previamente habremos diluido la sal. Incorporamos los ajos y lo mezclamos todo para que las patatas se vaya partiendo en trocitos y las migas se vayan secando.
Desde Diario Qué informan que «el aceite de oliva es un elemento esencial en las migas caseras. No solo aporta un delicioso sabor y aroma, sino que también es fundamental para lograr la textura perfecta. El aceite de oliva virgen extra de calidad es una excelente elección, ya que añade un toque frutado a tus migas».
En Almería en lugar de pan, se preparan con harina de trigo, ajo, pimiento verde, aceite de oliva y agua. Para acompañar estas migas los cocineros optan por los boquerones o sardinas fritas, morcilla o aceitunas negras, tomate, pepino o rabanitos crudos.
Los gurullos con conejo es otro plato típico que consiste en unos pequeños trozos de un centímetro de una pasta alargada, con forma de grano de arroz, elaborada a base de agua, harina de trigo y azafrán.
Es un guiso muy parecido a los arroces melosos, pero el cereal que se utiliza es diferente. Tienes que saber que en el año 2019 Almería fue escogida como Capital Española de la Gastronomía.
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Así, que si quieres recorrer los pueblos de Almería alquila un coche. Otros platos típicos de la gastronomía almeriense son: la Olla de trigo, la sopa bullabesa, la ensalada de pimientos asados con bacalao, etc.
Las Migas Manchegas o Migas ruleras suelen acompañarse de tocino de cerdo, chorizo, jamón serrano y uvas blancas. Para preparar las migas extremeñas se utiliza ajo, carnes (jamón, chorizo, morcilla o panceta), verduras variadas y el pimentón de la Vera.
Extremadura destaca por su rica gastronomía y sus productos cárnicos. Otros platos típicos que puedes degustar de la gastronomía extremeña son: el gazpacho extremeño, las tencas fritas, el zorongollo, la caldereta de cabrito, la chanfaina, etc.
Un dato muy curioso es que en Portugal también puedes probar la receta de migas, parecida a la que se consume en España.
Las migas portuguesas son tradicionales de una región al sur de Portugal, el Alentejo, que da nombre a las migas alentejanas. En esta región nació este plato humilde por su alta producción de cereales y la cría de cerdo.
El pan que se utiliza tiene una textura densa y rígida. Además, la carne de cerdo empleada es una mezcla entre costillas y carne magra, macerada en un tradicional adobo portugués.
Los ingredientes que necesitas para preparar este adobo son: sal gorda, comino, pimentón, orégano, ajo, vino blanco, aceite, vinagre y laurel. ¡La carne se macera un día antes!
Debes saber que las migas alentejanas, no es el plato principal, sino más bien un acompañamiento para la carne de cerdo.
Para preparar este plato se fríen las carnes con tocino y ajo.
En la misma sartén, se añaden las migas de pan para que también se frían. Por último, se junta todo en una fuente y se reparte entre los comensales.