Aunque durante la vida útil de un vehículo el dueño -aunque alguna vez haya levantado el capó del coche y haya visto bastante suciedad- jamás piense en que las piezas que componen el motor de un coche se pueden limpiar, lo cierto es que es una actividad que sí que se realiza, eso sí, en talleres mecánicos. Esto ocurre cuando hay que desmontar alguna pieza, que limpiando con un aparato específico de limpieza por ultrasonidos como este, se puede recuperar y reutilizar.
Para limpiar este tipo de piezas mecánicas no se puede utilizar el estropajo y el jabón, existen máquinas de limpieza por ultrasonidos específicamente pensadas para obtener un resultado óptimo a un coste económico. Se comercializan en diferentes tamaños y capacidades, desde los 30 litros para las más pequeñas hasta los 8.000 litros para las más grandes. La diferencia entre los volúmenes y capacidades radica en las diferentes industrias que precisan de aparatos de limpieza, desde talleres de coches, talleres de camión, motores navales e incluso motores de aviones.
Las ventajas de estos sistemas de limpieza por ultrasonidos son:
Una limpieza de gran calidad, aunque las piezas tengan accesos difíciles o complicados.
Se consigue una reducción del tiempo que dedicaría un profesional, todo ese tiempo ahorrado puede ser invertido en otro proceso más provechoso.
Se consigue una reducción de los costes energéticos empleados.
Es una tecnología de limpieza que es respetuosa con el medio ambiente porque se pueden separar los residuos resultantes, como los aceites y lodos del agua
Se consigue un ahorro en agua y productos detergentes al lavarlos por inmersión de los mismos.
Dentro de estas piezas susceptibles de limpiezas periódicas también se encuentran los depósitos de combustible. Aunque no lo parezca en los depósitos se acumulan suciedades y residuos que deben ser eliminados para evitar que ocasionen problemas. Tener los depósitos de combustible perfectamente limpios tiene una serie de ventajas importantes:
Se controlan los microorganismos que pudieran dañarlo.
Se evitan la creación de fisuras o roturas.
Se impide que se saturen los filtros, con la consecuente necesidad de mantenimiento de los mismos.
Se logran reducir las emisiones, porque la eficiencia después de la limpieza se eleva al 100%.
Protege el motor, teniendo el depósito limpio se evita la transferencia de residuos del depósito al alguna parte del motor.
Se disminuyen los costes de mantenimiento. Esto es así porque se evita que la suciedad se extienda y provoque daños en varias zonas del motor.
Estos residuos que hacen necesarias las limpiezas profesionales provienen de los hidrocarburos utilizados para el funcionamiento habitual de los coches, los aviones o los barcos. Por ello, es imprescindible tener controlados los efectos provocados por la combustión de los carburantes.
Así, las limpiezas están recomendadas, bien como tareas de mantenimiento habituales o bien como procesos de recuperación de piezas que, una vez limpias, pueden ser aptas como repuestos para otros motores.