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Baja el precio del aceite de oliva virgen extra

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El precio del aceite de oliva virgen extra en España se ha desplomado en un 27% y sale a no más de 2,6 euros por kilo. Debido a esto, los productores están preocupados porque no cubren los gastos de producción y esto podría llegar a significar que muchas empresas familiares, sobre todo en el centro y sur de España, decidan dejar la producción de aceituna para este fin, incluso alguna gran empresa ha asegurado estar empezando a planteárselo si no consiguen subir el precio por kilo.

El problema es que si esto sigue en esta tesitura llegará un momento en el que habrá que importar el aceite de oliva desde países extranjeros productores porque habrá más demanda que producto y el país más idóneo para ello es Italia, pues tiene una calidad similar a la española. Ahora bien, el precio del aceite de oliva virgen italiano es un 131% superior, es decir, que pagaríamos 6 euros por kilo más los costes de dicha importación.

Pero ¿por qué es tan caro el aceite italiano con respecto al español? Es fácil, mientras que en nuestro país este año hemos tenido una cosecha enorme, otros países como Portugal o Grecia han tenido una cosecha de aceituna muy inferior, si a esto le sumamos la labor promocional que se ha hecho en Italia, es fácil comprender el precio que han conseguido establecer para este producto con denominación de origen.

De hecho las cifras hablan por sí solas. Mientras que en España la producción de aceite de oliva en la temporada 2018-2019 ha sido de 1.599.000 toneladas, en Italia la producción solo ha sido de 178.000.

No obstante, cabe dejar claro que luego queda el tema de la calidad. Obviamente, el millón y medio de toneladas de aceite de oliva producido en España no es de primera calidad mientras que en Italia, la gran parte del aceite de oliva producido sí es de calidad superior.

La conocida Cooperativa Nuestra Señora de los Ángeles, una empresa donde podemos comprar aceite de oliva virgen extra online, nos ha asegurado que si todas las empresas productoras subieran el caché de su “oro líquido”, la producción bajaría notablemente porque deberían dedicar mucho más tiempo de trabajo a conseguir la calidad idónea de ese aceite.

Ahora bien, debemos dejar claro que gracias a los precios actuales del aceite de oliva virgen extra, muchas familias están pudiendo comprar este tipo de aceite frente a aceites refinados, y eso también aporta mucho valor a nuestra sociedad.

Y es que hay miles de productos que usan este ingrediente, tanto como base de sus recetas como un aporte más a su sabor y no necesariamente son productos relacionados, a priori, con el aceite de oliva virgen extra. Pensad en el turrón, un producto «made in Spain» que es imagen de marca de nuestro país fuera de nuestras fronteras. El turrón tradicional usa el aceite de oliva como un ingrediente más en sus recetas y, por supuesto, las grandes firmas optan por el aceite de oliva virgen extra, ¿qué pasaría si la calidad del mismo se redujera notablemente? En este caso, nos aseguran desde Adelia Ivañez, turronería familiar de gran experiencia, que su producto final acabaría perdiendo el sabor de siempre y, por ende, también la calidad del mismo, obligándoles a buscar soluciones alternativas que cambiarían por completo la receta tradicional.

Los productores españoles, unidos

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) en Andalucía, ha solicitado la “autorregulación” del sector olivalero y oleico buscando evitar un mal mayor, para ello, la UPA ha creado además el lema “Sin precios justos no hay futuro” para protestar por los bajos precios que perciben por el aceite de oliva virgen extra.

En Andalucía hay más de 350.000 hectáreas de olivar que genera más de cuatro millones de jornales en la temporada de recolección, manteniendo a la población en el territorio, lo que evidencia la importancia de mantener dicha producción y, por eso, aseguran que esta situación debe evitarse.

UPA ha resaltado que «hacen falta medidas de autorregulación del propio sector», es decir, «que éste se organice y defienda un precio que al menos cubra los costes de producción del aceite», pues ahora mismo a un agricultor le cuesta producir un kilo de aceite 2,75 euros, pero la industria la paga 2,33 euros y luego lo vente en el mercado a 2,6 euros.

España es el primer productor a nivel mundial de aceite de oliva virgen extra, con Andalucía a la cabeza, por lo que en caso de llegar a una situación preocupante, no solo se vería perjudicado nuestro país, si no todos los que compran aceite a España y que dejarían de poder adquirirlo al precio actual.

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