Y ya ha llegado la época de bodas, bautizos y comuniones ¿Cuántas celebraciones de este tipo tenéis vosotros este año? Yo tengo, en mi haber, una comunión y dos bodas. De los bautizos me libro este 2016 porque parece que los nuevos papis de la familia (que son tres) pasan de bautizos lo cual está muy bien, sobre todo para mí que odio estos eventos.
Una cosa es que se case tu colega de toda la vida porque en ese caso sabes que te vas apegar la fiesta padre y no te duele en prenda gastarte los cuartos en el traje ni en el regalo, pero cuando es un primo lejano y tienes que cumplir con la familia por compromiso o educación la cosa ya cambia un poco por al final es un gasto que preferirías no hacer y estoy seguro de que muchos de vosotros pensáis exactamente igual que yo. Hay ocasiones en las que no se me invita a algún lado en las que mi mujer exclama algo así como: “qué valor, que mala educación, ignorarnos de esa manera”, y yo pienso: “¡Bien! Una menos”. Es cuestión del color con el que mires las cosas.
La ropa
El caso es que los hombres, dentro de lo malo, lo tenemos relativamente sencillo: cogemos el traje de chaqueta de la última boda, le cambiamos la corbata o, si hablamos de lago más informal, jugamos a no ponérnosla y abrir un poco la camisa y el resultado es un traje perfecto para la ocasión lo que significa que, a no ser que se nos quedé pequeño el traje que tenemos en el fondo de armario o tenga ya más de 10 años y esté demasiado pasado de moda, probablemente no tengamos que gastarnos dinero en vestirnos para la ocasión. Ahora bien, con la mujer la cosa cambia mucho porque ellas no pueden repetir vestido, sobre todo si hay gente que ya se lo ha visto, y claro… cada vestidito de fiesta es una puñetera pasta.
El hombre lo tiene más fácil
Este tema, cuando hablamos de un matrimonio sólido como el mío, no es sólo cosa de ella porque al final el dinero sale del mismo sitio (de nuestros sueldos) sobre todo si tenéis cuenta común como yo y no dividís el dinero en dos cuentas como hacen ahora “los modernos”. Por eso os traigo a todos, y todas, una solución: se trata de esta tienda de vestidos de fiesta online donde el precio es bastante asequible.
Yo no entiendo mucho de moda pero por lo que me ha dicho mi mujer la tienda en cuestión es de una gran diseñadora de moda, Isabella Gobarodi, que ha decidido poner en marcha esta tienda online con el fin de acercar sus diseños a toda la población así que además de conseguir un bonito vestido de fiesta por lo visto estamos consiguiendo un vestido de diseñadora. Todo un uno. No está mal, ¿no?
Y es que, pensadlo bien, si en esa tienda (Miticca) la media de vestido ronda los 90 euros y en las tiendas tradicionales mi mujer solía comprare el más barato por 150 y este año tenemos tres celebraciones diferentes la conclusión es que hemos pasado de gastar 450 euros a gastar 270. Un buen ahorro ¿eh?
Y es que es ahora, a mediados de abril, cuando empieza todo. Las comuniones suelen ser en mayo o en junio, pero es que las bodas empiezan también ahora y ya no paran hasta octubre, la mayoría, aunque alguna se adentra un poco más hasta noviembre o empieza antes, en marzo. Ahora bien, todo depende de la edad que tengas porque si rondas los treinta todos tus amigos empezaran a casarse y tendrás bodas para dar y vender, eso por no hablar de si tienes primos de tu misma quinta, pero si estás por debajo o muy por encima es posible que te libres algún año de estos eventos o, como mucho, te encuentres con uno lo cual, para mí, es un lujo.