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Cambia tu sofá en solo unos clics

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Internet se ha convertido en un lugar en el que buscar tu próxima compra es algo muy sencillo, y también se ha convertido en un lugar peligroso para nuestras compras bancarias, ya que muchas veces estamos totalmente sumergidos en las ofertas y acabamos comprando cosas que no necesitamos.

Pero veamos el punto positivo de la situación, ya que Internet ha traído algo que hasta ahora era algo bastante complicado, y es la capacidad de comparar entre los diferentes productos y servicios. Y es que hasta ahora no habíamos tenido un espacio tan amplio y con tanta información para tomar una decisión.

Y lo mejor de todo es que ahora las decisiones que hacemos las hacemos basados en hechos que podemos encontrar en las diferentes webs que hacen revisiones de los productos, o en los videos haciendo comparativas. Y como decimos, lo mejor de esto es que no tenemos que salir de casa, sino que podemos hacerlo desde el sofá.

En el artículo de hoy vamos a hablar de un mueble desde el que probablemente estés ya sentado, el sofá. Este es el elemento principal de los comedores, junto a la tele, ya que en el es dónde se descansará antes de ir a la cama, donde se echarán las siestas después del trabajo, o el que puede ser el lugar de juegos favorito de tus hijos.

Elegir un sofá no es algo sencillo, pero en el artículo de hoy vamos a darte toda la información necesaria para que puedas elegir tu próximo sofá desde casa. La mejor manera de elegir es tener en cuenta los diferentes diseños y modelos, y para ello puedes comparar entre las diferentes tiendas online de sofás.

Guía para elegir el mejor sofá para tu casa

Los tamaños de los salones y comedores son tan variados como los tamaños en sillones y sofás. Pero antes de ir a la tienda, es importante asegurarnos de que lo que compremos, no solo entre en el hueco que hemos seleccionado, sino que se ajuste y no quede demasiado apretado o al revés. Por ello, no te lances a comprar lo primero que te guste sin llevar apuntado el espacio del que dispones, pues no serías el primero con un sofá que no cabe en la casa.

Antes que nada debes decidir donde irá ubicado, si estará pegado a una pared o en el centro de la estancia, para separar zonas. Una vez tenemos esto claro, coge el metro y mide exactamente el espacio del que dispones, teniendo en cuenta que debes dejar un hueco a  cada lado y delante del mismo. Esto te puede parecer una tontería, pero al ir a la tienda, donde los sofás se exhiben en zonas muy amplias, suelen dar la impresión de ser más pequeños de lo que en realidad son, con la consecuente sorpresa posterior.

Si con esto no te quedas del todo satisfecho, puedes incluso apuntarte las medidas del salón, para que el profesional de la tienda pueda aconsejarte mejor.

Si las medidas son fundamentales, el uso, y sobre todo quién lo usa, lo son más. Aquí entran en juego niños, mascotas, cenas, juegos, siestas y un número de actividades amplísimas, que debes plantarte previamente al ir a la tienda. Con el paso de los años, y las mejoras en las tecnologías textiles, las posibilidades actuales, son increíbles. Tal y como explican desde Tejidos el Kilo, puedes encontrar mil tipos de tapizados con infinidad de características especiales, como tejidos que repelen el polvo o el pelo de animales, telas fáciles de limpiar solo con agua o tejidos anti arañazos de mascotas.

Es recomendable, que pienses muy bien en todo esto antes de acudir a la tienda, ya que en casas con niños y mascotas, la facilidad de limpieza de un sofá puede marcar la diferencia. Desde alimentos, a rotuladores, pasando por pelos, restos de tierra y en el peor de los casos, que tu mascota se equivoque de sitio al hacer sus necesidades. Una tapicería equivocada, puede convertir a tu sofá, en tu peor enemigo.

Una vez tenemos claro los dos puntos anteriores, llega el momento de ponerse a probar sofás. No tengas en cuenta únicamente que al primer contacto parezca cómodo, debes pensar en aspectos como la altura de quienes vayan a  usarlo, ya que para no tener problemas lumbares en un futuro, se recomienda que al estar sentados, nuestras piernas queden en un ángulo de 90º. Igual de importante es la altura y comodidad de los reposabrazos, que debe estar entre 12 y 20 cm, para que resulte cómodo tanto si es para apoyar el brazo, como para echar una cabezadita (importantísimo sobre todo en verano).

Por último, debes analizar la profundidad del sillón, ya que si para apoyar la espalda, no puedes apoyar bien las piernas en el suelo, a la larga, no te va a resultar un sillón cómodo. Además de esto, debes tener en cuenta la zona donde descansan los riñones, debe ser la más blanda y mullida, para protegerla. Y sobre todo, que la tela o tejido no sea resbaladizo, ya que esto llevará a que la espalda acabe en una mala posición y sufra.

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