Casi siempre, lo que hace valioso un regalo no suele ser el hecho de ser más o menos caro sino más bien ese detalle de que nos hemos acordado de esa persona a la que queremos mostrarle nuestro cariño.
Suelo hacer buenos regalos, precisamente por eso, porque les dedico tiempo, tiempo para pensar en aquello que puede hacerle ilusión a la persona más que en el hecho de comprar cualquier cosa de forma aleatoria.
De hecho, por lo general cuanto más personalicemos un regalo mucho mejor. Este talento natural para hacer regalos hace que, muchas veces, mis amigos recurran a mí a la hora de hacer regalos.
La última vez ha sido para hacerle un regalo a una de nuestras profesoras en la Universidad. La verdad es que no necesité pensarlo mucho, conociendo a nuestra profesora, sus gustos e intereses sabía que un brazalete personalizado iba a ser el regalo perfecto para ella.
Así, grabaríamos en el brazalete nuestros nombres con una dedicatoria en la parte interna de la pulsera junto con el año.
Conocía el sitio perfecto en el que ya había encargado pulseras para grabar y encargamos un precioso brazalete en Mataharishops una tienda online de artículos grabados y personalizados a buen precio.
Cómo conseguir singularidad en una Pieza para Regalo
En realidad, el proceso para conseguir una joya grabada es muy sencillo y es una buena forma no solo de expresar nuestra creatividad sino también de sorprender a la persona que lo reciba.
Empezamos por elegir el motivo, para ello está la elección de ese motivo por el que hacemos el regalo, este puede ir desde por un cumpleaños, a un recuerdo o evento importante. La idea es dar el regalo en un contexto que lo cargue de buenas vibraciones.
Nosotros le hicimos un regalo a nuestra profesora con motivo del fin de la Carrera y de habernos acompañado en todo el proceso sacando lo mejor de todos nosotros.
La verdad es que pocos podíamos decir que habíamos tenido una profesora como esa, a mí me recordaba a Robbie Williams en “El Club de los Poetas Muertos”, una de esas profesoras que tienes una vez en la vida. La decisión de hacerle un regalo fue unánime por parte de muchos de nosotros.
De este modo, el motivo lo teníamos más que claro. También sabíamos que le gustaban mucho las joyas. No llevaba muchas, más bien pocas, pero las que llevaba tenían mucho gusto.
En este punto, una vez que ya hemos elegido el contexto y que sabemos lo que necesita o lo que le va a gustar a la persona a la que hacemos el regalo, pasamos a revisar el catálogo en busca de la joya ideal.
El diseño pasa por una serie de detalles, desde seleccionar la firma, crear una dedicatoria grupal a redactar una cita emotiva o buscar frases célebres en Internet.
Y listo, ya tenemos nuestro regalo personalizado. La verdad es que ocasiones para regalar hay muchas, así que lo importante es elegir el momento idóneo.
A mí también me gusta hacer regalos sin ningún motivo aparente. Quizás porque pasaba por algún sitio y vi algo que me recordó a una persona.
Ya sea por una fecha señalada, una boda, cumpleaños, comunión, como regalo de fin de carrera, como recuerdo por cambiar de ciudad o por el nacimiento de un bebé…
Lo importante es recordar que, al regalar, con un sencillo detalle, le estamos haciendo saber a esa persona que nos hemos acordado de ella, que le hemos dedicado nuestro tiempo y eso es lo que realmente ilusiona, más allá del precio de nuestro regalo.