La capital catalana me pareció el lugar ideal donde establecerme. Vitalidad y buen clima en una urbe multicultural que es el mejor sitio para montar un negocio si encima vienes de una ciudad como Lleida que, pese a su calidad de vida, da menos opciones a la hora de encontrar ciertos trabajos especializados o emprender.
Antes de instalarme en Barcelona, tenía que tener mi piso/oficina para trabajar como freelance y ofrecer mis servicios de diseño web. Para esto opté por buscar un hotel que estuviera bien situado mientras terminaba de ver pisos y amueblar en su caso el sitio donde viviría.
Mirando por Internet hoteles vi el Mercer House Boria BCN. Este es un eficio de alojamientos turísticos, que está cerca de los principales puntos de interés del centro de la ciudad. Este hotel tiene 11 estancias de varias categorías. Cuenta con habitaciones dobles superiores, lofts, suites, suites superiores y una gran suite. Yo me quedé con un loft, no necesitaba más.
El caso es que el hotel está en un barrio histórico y cultural con gran vida y una actividad a todos los niveles vibrante. Cerca tenía todo lo que necesitaba. Una pena no poder vivir por la zona, pero los altos precios me invitaron a establecerme algo más lejos, concretamente en Cornellá, pero al menos estaba al lado de Barcelona.
La verdad que quedé muy contento con el hotel y su servicio. Me fue de gran utilidad contar con un “campo base” a la hora de moverme por la ciudad y los primeros días incluso residí en él, hasta que me llegaron los muebles de la casa de Cornellá.
Uno al final lo que busca es confort para donde va a vivir, máxime cuando tu vivienda será también tu lugar de trabajo, algo realmente importante cara a tener un buen rendimiento. A nivel laboral, todo me ha ido muy bien de momento en Barcelona.
Al gran nivel que vive la ciudad en lo económico, le sumamos que también la crisis parece habernos dejado un respiro y comienzan a verse crecer de nuevo negocios después de estos años donde parecía complicado meterse en berenjenales empresariales.
Todo esto ha ayudado junto a las ayudas a los autónomos en los primeros meses que está dando el Gobierno. Una medida que es acertada, pero que ya podían haberla acometido cuando la crisis presentó su peor cara y no ahora que ya empezamos a levantarnos.
A pesar de eso, hay que felicitarse y por eso estoy aquí, rumbo a trabajar haciendo páginas web para multitud de marcas que desean contar con un buen profesional que les realice una página de gran utilidad para sus proyectos.
En esto del emprendimiento hay que lanzarse si ve uno que tiene la capacidad y las ganas para hacerlo. En mi caso creo que he tenido suerte, pero entiendo a la gente que tiene reparos en hacerse autónomo, más en este país, donde quitando la ayuda esta, pocas facilidades tienen los autónomos para realizar su trabajo.
Los comienzos siempre son difíciles
Hay que tener en cuenta que es complicado cuando empiezas, pagar las cuotas y que además hay retenciones, que los dos primeros años son al 7% , pero que después aumentan, Todo eso es importante y hay que tenerlo en cuenta a la hora ponerse en marcha.
Las cosas son más fáciles si estás en un sector que funciona, pero si el sector tiene gran competencia, quizás sea más complicado el salir a flote. Sé que puede no sonar todo lo positivo que me gustaría, pero es mi aportación de sinceridad.
En cuanto a realizar páginas web, creo que es un buen momento, ya que, aunque hay competencia en el mundillo, sí que tiene uno cierto hueco, aunque cada vez los clientes son más exigentes y piden más de nosotros los diseñadores.
Estos años en los que hay empresarios de edad alta que no tienen páginas web ni casi conciencia de su importancia, son buenos a la hora, de que nosotros les concienciemos de lo verdaderamente fundamental que puede ser para la mayoría de sus negocios, el tener las puertas abiertas a otro tipo de negocios.
Mi consejo es ese, ten muy claro tu objetivo y si ves que es factible, anímate a ello, de verdad que una vez alcanzas el éxito merece mucho la pena ponerse a ello.