La fachada de mi vivienda era un auténtico desastre, hace tiempo que pedía a gritos una rehabilitación, pero por unas o por otras, la comunidad nunca se decidía a hacerlo, encontrando prioritarias otras cosas, a mi parecer más insignificantes, pero es lo que tiene vivir en un edificio con vecinos. Cualquier día pongo en venta la casa y me voy al campo. Pero a lo que íbamos, el caso es que por fin iban a empezar las obras de reforma, y aunque tuve que pasar unos días en casa de mi hermana, no me importó en absoluto, ya que la obra se realizó en muy poco tiempo y el resultado fue asombroso. El antiguo aspecto de la fachada le daba a la casa una apariencia envejecida y hasta sucia, pero estos profesionales han hecho un trabajo fantástico.
Contratamos el trabajo de reforma en Pinturas Insa, una empresa con varios años de experiencia en el sector y con la que ya hemos trabajado en otras ocasiones, como cuando tuvimos que pintar las puertas de los ascensores o la cancela del jardín. Aquí realizan todo tipo de trabajos de pintura decorativa, alta decoración, promociones de vivienda, naves, parkings… así como tratamientos de todo tipo. Ofrecen un servicio durante todos los días del año, cuidando y protegiendo al máximo las instalaciones de sus clientes, destacando por su profesionalidad y calidad de su trabajo. Están especializados tanto en trabajos para comunidades, como en aplicaciones industriales y decorativas, poniendo a la disposición de sus clientes una amplia gama de colores y siempre a los mejores precios.
Llevo toda mi vida viviendo en este edificio que ya pertenecía a mi familia, y en su momento era precioso, pero con el tiempo, su precioso color verde original se fue perdiendo hasta que ya ni siquiera se apreciaba. Evidentemente esto afeaba mucho la casa, y era una auténtica pena, ya que, como he dicho, se trataba de un edificio muy antiguo pero encantador.
Algunas ideas para pintar la fachada y realzar su belleza original
El paso del tiempo y la acción de los fenómenos atmosféricos, sol, lluvia, viento, terminan por estropear el aspecto de las fachadas de casas y edificios, y por eso, alguna vez en la vida de las mismas, se hace necesario un trabajo de rehabilitación, para recuperar su apariencia original o para darle un aspecto nuevo, más moderno y vanguardistas, o simplemente como mantenimiento.
Es muy importante escoger un tipo de pintura que contribuya a la protección del medio ambiente y que al mismo tiempo proporcione protección y belleza al edificio. En el mercado existen multitud de opciones para que puedas escoger la que más se ajuste a sus necesidades. Lo aconsejable es combinar tres colores: el principal, que cubriría la mayor parte de la superficie, en este caso la fachada, el secundario, para zócalos y molduras, por ejemplo, y un tercer color para los detalles. De esta forma se conseguirá una armonía perfecta.
Antes de pintar la fachada debemos probar diferentes tonalidades in situ durante las diferentes horas del día, ya que en función de la luz, el color se verá más claro o más oscuro. La orientación del edificio también ha de tenerse en cuenta, ya que las casas están orientadas al sur tienden a dar al color una tonalidad más cálida, mientras que si están orientadas al norte ocurre todo lo contrario. Igualmente se ha de tener en cuenta la textura del edificio, ya que el resultado final varía en función de la misma. Lo mejor es siempre testar antes de comenzar con la reforma.
No se debe olvidar que la localización de su casa y el paisaje que la rodea deben servir de referente a la hora de elegir el color, igual que el estilo del edificio. No es lo mismo que se trate de un edificio antiguo que moderno, ni que se encuentre ubicado en el caso histórico que en el centro. Para no romper la armonía del entorno debemos adaptar la nueva decoración al mismo. En este sentido los colores naturales como el mármol beige, el marfil claro, el vainilla, el crema o el gres natural, son atemporales, y se adaptan perfectamente a cualquier entorno.