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Mejorar la vida de las PMR

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Debido a circunstancias concretas y puntuales o a la edad, las limitaciones a la movilidad autónoma, pueden verse afectadas en cualquier momento de la vida. De este hecho, se deriva el que haya tantas personas con movilidad reducida. Algunas de ellas, a consecuencia de algún tipo de discapacidad o minusvalía. Otras, a causa de un accidente o una enfermedad. La gran mayoría, debido al paso de los años.

Con independencia de la causa que derive en esa limitación de la movilidad, cuando una persona necesita de terceros para poder desenvolverse en el desempeño de las actividades cotidianas, se considera una persona con movilidad reducida. Llegado el caso, estas personas, requieren de ayuda y apoyo para realizar algunas o todas las tareas de la vida diaria.

Desde Cuidaria, nos han contado como se puede contribuir a mejorar la vida de estas personas. Según su grado de movilidad y las necesidades de cada una, pueden ser necesarios diferentes aparatos que les ayuden a desenvolverse.

Contar con comodidades en el propio hogar, es tan importante como poder desenvolverse. Por lo tanto, para personas con limitaciones, existen numerosos artículos encaminados a facilitar sus vidas. Desde camas articuladas hasta sillas de ruedas. Todo cabe en la misión de ayudar a las personas con limitaciones.

Vamos aquí a tratar tres puntos clave que contribuyen en la mejora y facilidades adaptativas para personas con movilidad reducida: la vivienda, el transporte y la sociedad. En todos estos aspectos se contribuye a esa mejora y se facilita notablemente la adaptación para que las limitaciones en su movilidad, no sean nada más que eso y puedan tener una vida accesible.

La vivienda

Convertir las viviendas en lugares accesibles y adaptados a las necesidades concretas de las personas con movilidad reducida, es cada vez más fácil. Excepción de las reformas que haya que llevar a cabo y el desembolso económico que en según que casos, puede dificultar el cambio.

Aun así, convertir la casa en un lugar mejor, puede hacerse. Desde los baños hasta las cocinas, pueden adaptarse a esas circunstancias. Incluir duchas con asientos para facilitar el aseo personal es una de las opciones más utilizadas hoy en día. Instalar agarraderas para facilitar la entrada y salida, es un recurso muy útil y válido no solo para personas con problemas de movilidad, cualquiera puede beneficiarse de ello.

Adaptar los retretes, también es posible. Asideros, elevadores e incluso sillas que cuentan con un inodoro para casos más extremos, se encuentran dentro del catálogo para facilitar el día a día.

La eliminación de barreras arquitectónicas es un aspecto con el que se cuenta en las nuevas edificaciones. En viviendas más antiguas, se requiere de una obra para eliminarlas y adaptar el espacio. Colocar puertas más anchas es otra de las cosas que facilitan el acceso a otras estancias a personas con limitaciones de movilidad, sobre todo, si deben valerse de muletas o una silla de ruedas.

En las cocinas deben colocarse todos los muebles a la altura que requiera la persona en particular. Siempre procurando que se alcance todo sin tener que realizar ningún esfuerzo.

Los suelos de las viviendas, sobre todo, cocina y baño, deben ser antideslizantes para evitar caídas.

Enchufes y puntos de luz, deben estar al alcance la persona de modo que tampoco tenga que realizar esfuerzos o movimientos bruscos para alcanzarlos.

En definitiva, todo tiene que ser accesible  y eso quiere decir, estar al alcance de la persona con movilidad reducida y procurar que pueda moverse sin tropezar con nada en su camino.

La domótica es un factor a tener en cuenta en estos casos, pues contar con esta tecnología en las viviendas de personas con movilidad reducida, puede facilitar su vida sustancialmente.

El transporte

El transporte ya sea particular o público, debe estar adaptado a las necesidades de las personas que cuentan con limitaciones físicas de movilidad. En el ámbito particular, podemos encontrar vehículos de todo tipo, adaptados tanto para llevar a estas personas como para que ellas mismas los conduzcan.

En numerosas ocasiones, la limitación de movilidad no exime de poder practicar la conducción. Por ello, vehículos de uso particular, se modifican para que puedan ser conducidos sin problemas. En estos casos, la eliminación de pedales y sustitución por palancas o botones suele ser el cambio principal. Además de tratarse de vehículos de mayor tamaño.

Por otro lado, adaptar vehículos para convertirlos en especiales, conlleva crear un espacio accesible en la parte trasera. Ya sea para que entre una silla o acceda una persona a pie, suelen contar con rampa en lugar de escalón.

Referente al transporte público, cada vez existe mayor concienciación al respecto y la accesibilidad es un factor clave tanto en las infraestructuras como en los medios de locomoción.

Servicios Públicos como Metro, Renfe o EMT, cuentan en sus flotas con vehículos adaptados para facilitar la accesibilidad: pisos bajos, elevadores y puertas más amplias.

Las estaciones, cada vez son más accesibles, contando con ascensores a pie de calle para facilitar el acceso y la eliminación de barreras arquitectónicas.

Transportes privados como Taxi, cuentan en sus flotas con vehículos especiales adaptados para satisfacer las necesidades de este tipo de clientes. Por lo que las necesidades, si no están cubiertas totalmente, cada vez, queda menos.

Mencionar también la existencia de esos vehículos a motor, diseñados para que las personas con limitaciones de movilidad puedan desplazarse por la calle sin problemas. Esta especie de sillas o mini motos que nos exceden los veinticinco kilómetros por hora, facilitan las tareas cotidianas como ir a la compra.

La sociedad

Obviamente, la sociedad juega un papel fundamental en la inclusión activa de estas personas en la vida cotidiana. Que se sufra de una incapacidad que limite tus facultades físicas, ya sea de forma temporal o de por vida, no tiene que ser sinónimo de mala calidad de vida.

Facilitar el acceso de estas personas a los edificios es un deber social. Que tanto los hospitales como los hoteles, cuenten con su parte accesible, es una obligación social y un derecho para las personas.

Rampas de acceso en los edificios, independientemente de a que estén destinados. Ascensores y elevadores si es necesario para acceder a la vivienda, son obligados, gracias a las normativas creadas al efecto. Para que todos, estemos en igualdad de condiciones.

Eliminación de barreras arquitectónicas en los centros comerciales y de ocio para facilitar el acceso y la movilidad por su interior, no solo beneficia a las personas con movilidad reducida, a todos nos gustan los espacios amplios.

Incluso los parques se crean o reforman en base a estos principios de accesibilidad, haciendo que estos entornos puedan ser disfrutados por cualquier persona.

Es comprensible que la sociedad, que somos todos, formemos parte de este gran proyecto que es convertir el mundo en un lugar mejor para todos. Eso empieza por adaptarse a las circunstancias y tener en cuenta que muchas personas, no pueden llevar a cabo ciertas funciones con la misma destreza o agilidad. Pero no por ello, carecen del derecho a tener una vida digna y beneficiarse de los avances de la sociedad.

Desde lo más pequeños hasta los mayores, todos en algún momento podemos perder nuestras facultades físicas y necesitar ayuda para desenvolvernos. Un accidente, una lesión o enfermedad o lo inevitable que conlleva el paso de los años, puede convertirnos en una persona con movilidad reducida. Teniendo en cuenta este hecho tan simple, es más fácil ponerse en la piel de estas personas que durante mucho tiempo, se vieron limitados por la propia sociedad para desenvolverse. Ayudemos en la mejora continua de todos estos aspectos que facilitan y mejoran la vida de las personas con movilidad reducida.

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