Si vas a cambiar de aires alguna estancia de tu hogar o toda la casa entera, piensa que los muebles son elementos caros de cambiar pero no el color de las paredes y el efecto es enorme.
Cambiar los muebles de una estancia puede dar un toque nuevo a la habitación pero, siendo realistas, no todos tenemos el bolsillo como para poder hacer ese cambio. Sin embargo, comprar dos botes grandes de pintura para pintar las paredes de tu salón puede salirte por menos de 80 euros y os puedo asegurar que el efecto que conseguimos cambiando el color de nuestras paredes puede ser mucho más llamativo.
Colores de Moda en 2017
En la tendencia de la próxima temporada se avanza una amplia gama de colores que van desde el sobrio y elegante negro hasta los alegres amarillos. Antes de hablar de los colores que más nos han llamado la atención, conviene recordar que no es necesario pintar toda la casa con ellos, a veces es mucho más interesante dar un toque a tu salón o pasillo o, simplemente, pintar una única pared en una estancia y dejar el resto en tonos más claros e incluso blancas. Las opciones son muchas, igual que las tendencias para este 2017.
El negro y el gris son colores clásicos con los que casi siempre se acierta. Si bien es verdad que una habitación demasiado pequeña puede quedar tenebrosa y agobiante cuando los colores que predominan en la estancia son demasiado oscuros, éstos combinados con tonos más claros pueden hacer resaltar la decoración. Por ejemplo, podemos pintar una pared negra en el salón y dar colorido a la misma con cuadros u otros elementos decorativos. Yo optaría también por los muebles en tonos claros, así el contraste será perfecto.
Si no te ves con fuerza como para pintar tú solo/a la estancia, puedes llamar a Mi Pintor, una empresa de Barcelona bastante económica compuesta por profesionales del sector que dejarán tus paredes impecables.
El blanco tampoco es nunca una mala opción, sigue siendo el color ideal para aquellas estancias más pequeñas o para las que necesitan mayor luz. Si lo combinas con el negro en los marcos de las puertas, ventanas o en las vigas del techo (si las tienes) y añades algunas plantas verdes que den el color que falta, obtendrás una estancia preciosa.
El verde, aunque parece tosco, es una de las tendencias más llamativas del momento. Si cargas la estancia con paredes verdes demasiado fuertes te cansarás enseguida, pero si sólo das un poco de color con algunos toques conseguirás un efecto muy elegante y hogareño.
Los colores azules suelen ser perfectos para los dormitorios, aunque yo no elegiría nada demasiado eléctrico porque la habitación donde descansamos debe aportar calma y serenidad. Un color demasiado llamativo puede producir en nosotros justo el efecto contrario al que pretendemos conseguir.
El mostaza en un color que ya despuntó en 2015 y 2016 porque consigue un efecto intermedio entre el amarillo, que alegra el interior de nuestras casas notablemente, y el estilo vintage que ha sido tan tendencia estas últimas temporadas. Este es un color que yo escogería para habitaciones como la cocina o el baño porque da sensación de limpieza. Ahora bien, no hablamos de pintar todo de amarillo y acabar mareados con el color, sino de alegrar un poco la estancia con ciertos toques aquí y allá.
Y, como siempre, los colores otoñales y neutros que siempre son un acierto en casi cualquier salón. Los tonos marrones son una gran opción porque ofrecen tonalidades perfectas para dar ese aspecto hogareño que todos queremos. Algunos tonos muy utilizados el año pasado fueron la nuez moscada, el canela o el topo cálido, que pueden convertirse en los mejores aliados tus pareces.
Y como broche final el naranja. No un naranja fuerte sino uno claro, como en la puesta de sol, o un naranja oscurecido que tienda hacia los colores terracota. Lo mejor de la tierra unido al fuego. Una opción interesante que suele dar muy buenos resultados.