¿Cansado de regalar siempre lo mismo? A la gente le gustan los regalos prácticos y con los que se identifiquen. Tal vez eso ha hecho que algo en apariencia tan simple como una taza de desayuno, decorada con una frase ingeniosa o con el logo de una serie de televisión, se haya vuelto tan popular. Hay gente que las colecciona. ¿Por qué no sorprender con un regalo así?
Imagínate que le regalas a tu novia una taza impresa con esa foto tan bonita que os hicisteis juntos en las últimas vacaciones. O que le das a tu madre una taza en la que aparece la cara de su nieta. Se van a derretir nada más verla. Y lo mejor de todo es que van a usar a diario el regalo, con orgullo.
Esperamos las fechas señaladas para hacer regalos: Navidad, un cumpleaños, San Valentín. Lo cierto es que cualquier ocasión es buena para sorprender a la gente que queremos con un detalle. En la revista Lifeder se publicó un artículo sobre “Las 20 cosas que le gustan a las mujeres de los hombres.” La primera cualidad de la lista es la iniciativa. No aguardes a que llegue el día del intercambio de regalos. Sé osado y sorpréndele con algo que no se espere.
Un poco más adelante, en el artículo menciona: “a las mujeres les gustan los hombres detallistas”. ¿A quién no le gusta que le hagan regalos? No hace falta que sea grande, ni caro. Basta con un detalle que demuestre que te has acordado de ella, aunque sea improvisado.
Romper con la rutina es algo que hace que se fije en ti, que se sienta atraída. Un regalo inesperado tiene mucho de eso. Sorprende con algo diferente.
¿De dónde vienen las tazas y por qué se han puesto de moda?
Está claro que estas tazas, todas iguales en forma y tamaño, cuadradas y con un asa grande en el lateral, no son de aquí. En España siempre hemos desayunado en un vaso de cristal o con un tazón tipo bol.
Son las tazas que se usan en EEUU para beber café. En Norte América se bebe café solo a todas horas. Para desayunar y para comer. En las cafeterías se le entrega al cliente una taza grande y una camarera con una jarra de melita, moviéndose entre las mesas, va rellenando las tazas que se han quedado vacías.
Al cliente solo se le cobra una vez, puede repetir café las veces que quiera. Las camareras en EEUU no cobran sueldo, viven de las propinas que les dan los clientes. Estar pendientes de ellos, con la cafetera en la mano, es clave para recibir una buena retribución. No es como el café expreso que tomamos aquí. Es un café aguado, con mucho menos cuerpo y sabor, y con un bajo coste de producción. Por eso los locales lo ponen a disposición de las camareras.
En las oficinas suele haber una cafetera grande de filtro en un rincón. Los trabajadores se traen una taza de su casa y van bebiendo café a lo largo de toda la jornada. Para que nadie se confundiera de taza, los oficinistas solían personalizarla de alguna manera. A veces, poniéndole una pegatina.
A finales del siglo XX, los grupos de Rock, que habían hecho mucho dinero con el merchandising, especialmente con la venta de camisetas: Kiss, Rolling Stones, AC DC, Ramones, decidieron probar con un nuevo formato. ¿Por qué no imprimir el logo del grupo en tazas de café? Para su sorpresa, la idea arrasó. Los oficinistas compraban esas tazas para tenerlas identificadas. Se sabía que la taza de Bruce Springsteen era del jefe de marketing y la de Madonna de su secretaria.
Aquello creo tendencia. Se vio que la impresión de tazas era un nicho que daba dinero. Y se empezaron a decorar con portadas de películas, series, dibujos animados, frases, etc.
¿Cómo decorarlas?
Mediante la impresión por encargo se puede sobreimprimir cualquier imagen en JPG en las tazas. Artistic-a, una empresa que se dedica a la personalización de merchandising y regalos, nos dicen, qué gracias al desarrollo de la impresión digital, se puede plasmar una imagen en una amplia gama de productos.
Si antes solo se podía imprimir en papel, ahora se puede hacer sobre camisetas, toallas, gorras, alfombrillas de ratón, azulejos, llaveros, PEN-drives, etc.
Existen empresas que se dedican a ello. Compran a los mayoristas productos básicos, sin decorar, y a través de sus propios talleres, los imprimen.
El cliente se pone en contacto con ellos. Elige el artículo que le interesa y envía por correo electrónico o mediante la página web de la empresa, la imagen o texto que quiere que aparezca en el objeto. En poco tiempo lo recibirá en su casa.
Actualmente, se pueden imprimir los diseños por demanda desde una sola unidad. No hace falta pedir un pedido mínimo de cinco o diez. Si se desea, el mismo diseño se puede plasmar en artículos diferentes.
Es la tecnología que utilizan famosas plataformas de venta de camisetas por internet. Los creadores les ceden sus diseños a cambio de una regalía por las ventas. Los cuelgan en su tienda electrónica y en el momento en el que reciben un pedido, encargan la camiseta a uno de estos estudios de impresión.
¿Por qué regalarlas?
Porque hacer regalos es mejor que recibirlos. Al menos, eso dice un artículo publicado en la web de la BBC que habla sobre el libro “Dinero feliz. La ciencia del gasto feliz”, escrito por la psicóloga canadiense Elizabeth Dunn.
Esta profesora de la Universidad de la Columbia Británica, en Vancouver, dice que un regalo es el termómetro de una relación. Indica cuanto te importa la otra persona. Desde este enfoque nos da algunas orientaciones para elegir el regalo adecuado:
- No limitarse al momento de la entrega.
Cuando compramos un regalo pensamos en que cara pondrá el receptor cuando lo abra. Esta es una visión limitada. Debemos mirar a largo plazo. Si regalamos un juguete a un niño y al cabo de dos días, el regalo se queda en una repisa y ya no juega más con él, el obsequio no ha tenido mucho éxito. Lo mismo sucede con los adultos, debemos pensar en aquello que le haga ilusión y lo vaya a usar. Esto denota empatía y conocimiento de la otra persona. Es algo que refuerza los lazos.
- Elementos compartidos.
Los regalos tienen un valor más emocional que físico. Es interesante aludir a aficiones y gustos que ambos tenéis en común. Cuestiones que os unen. Puedes regalar un objeto que de forma simbólica evoque una vivencia que habéis tenido juntos. Por ejemplo, una botella de vino Pedro Ximenez, que os recuerda aquel fin de semana que fuisteis a Jerez y os lo pasasteis tan bien. O el libro en el que se basa esa película que visteis una tarde de domingo que os emocionó.
- El dinero es secundario.
Con esto no quiero decir que compres una baratija y quedes como un rácano. Lo importante es el regalo en sí, y no lo que te has gastado en él. Solemos pensar que porque un regalo nos ha costado mucho dinero, la otra persona lo va a apreciar más. No existe una relación directa entre el precio y la apreciación. Cuando el agasajado recibe el detalle no hace un cálculo mental de lo que ha costado. Lo asocia con sus gustos, necesidades y con el valor sentimental.
Partiendo de una imagen que os identifique. Que os traiga a la mente un recuerdo bonito, o que sintetice el momento por el que estéis pasando, es una buena opción regalar una taza personalizada.