Renting y leasing son dos conceptos directamente ligados y asociados al mundo de la financiación para negocios y empresas. Ambos términos hacen referencia a dos maneras diferentes de obtener un bien para el negocio. En el caso del renting, existe la posibilidad de prestar servicio a los particulares, en tanto que, en el caso del leasing, solo se ofrece a empresas.
La adquisición de un bien bajo las condiciones de un leasing, supone una financiación a cargo del beneficiario. Este tipo de financiación, del bien que sea, pongamos por ejemplo un coche, tiene un contrato que no va a exceder los seis años. Una vez el contrato cumpla, pueden suceder varias cosas: que el beneficiario adquiera el bien, en este caso el coche, por un coste residual, que se renegocien las condiciones o se finalice el acuerdo. Se trata de una opción ventajosa para los emprendedores o empresarios que no disponen de capital suficiente para adquirir el bien en cuestión y con este método de financiación, disponen del mismo.
El renting, consiste en un arrendamiento a largo plazo que puede variar entre uno y cinco años. Este tipo de contratos, se puede renovar o ampliar manteniendo las mismas condiciones, puede originar uno nuevo una vez finalizado o se puede rescindir.
Dentro de la cuota de renting pactada, se incluyen diversos conceptos. Si se trata de renting de vehículos, en el contrato ya se incluyen la matriculación, los impuestos, el seguro y el mantenimiento. Uno de los tipos de renting que más se demandan en los últimos años, es el renting textil, respecto al que hemos hablado con nuestros amigos y profesionales del sector de CLAT Gestión de Ropa Laboral, expertos también en el lavado de ropa de trabajo.
Tratándose como se trata de un contrato de alquiler de un bien mueble, en el que una de las partes, la que dispone del bien y arrendador, se compromete a ceder dicho bien a la otra parte, el arrendatario previo pago de una cuota establecida periódicamente. En este caso particular del que vamos a hablar, el arrendador no ofrece un bien mueble como tal, el contrato de renting textil, realizado entre una empresa de lavandería y el cliente, lo que se arrenda es un servicio. En este caso, la propia empresa de lavandería, se compromete y pone a disposición del cliente, la cantidad y el tipo de ropa necesaria para una empresa o negocio. Se encargará de que la ropa se encuentre en perfectas condiciones, sea en cantidad necesaria y repondrá cuando sea pertinente.
¿Qué es el renting textil?
Básica y sencillamente, lo que ya hemos dicho. El renting textil no es más que un servicio de alquiler que proporcionan algunas lavanderías de carácter industrial, en el que se proporciona al usuario o cliente, el suministro de artículos de textil y lencería necesarios para el desarrollo de una actividad económica en particular. El mismo renting, abarca desde uniformes para empleados hasta ropa de cama, mantelerías, etc.
Mediante ese sistema, la lavandería adquiere una función de limpieza, abastecimiento y cuidado de la ropa que necesite el lugar o negocio que contrata el servicio.
Contar con un servicio de renting, afecta de manera positiva a la empresa. Las soluciones que suponen la contratación de estos servicios son muy ventajosas, sobre todo en algunos sectores en particular. Hostelería y el sector de la sanidad, sacan un gran provecho de estos servicios.
Se trata de una alternativa más que eficiente, principalmente para aquellas empresas cuya necesidad de recambios y lavados textiles, es continua. Restaurantes, catering, hoteles, apartamentos turísticos, gimnasios, hospitales… se benefician indudablemente de este tipo de servicios.
El servicio de renting textil, es un servicio completo que suple con creces la demanda y necesidades que requieren los tipos de negocio mencionados, entre otros. Olvidarse de las cuestiones que tienen que ver con la ropa, lencería o cualquier producto textil que sea necesario para el desarrollo de la actividad, evita quebraderos de cabeza además de constituir un ahorro de tiempo y otros costes asociados.
La lavandería en cuestión, se encargará de proporcionar todo el material, ropa de trabajo, manteles, sabanas, etc.; recogerlo para su limpieza, para lo que se tendrán en cuenta las necesidades propias de cada sector y genero; y reponer todo aquello que se haya deteriorado o no cumpla con los estándares correspondientes. Así mismo, devolverá al cliente todo lo que recoja para su limpieza en el tiempo y forma pactados.
Ventajas y desventajas…
Contratar un servicio de renting textil, sin duda alguna, ofrece numerosas ventajas para el cliente. De todas las que pueden existir, cabe destacar las siguientes:
- Compone un ahorro económico importante. No requiere de ningún tipo de inversión económica inicial para adquirir los artículos textiles. La lavandería ya incluye los costes en la tarifa mensual a aplicar.
- También proporciona un ahorro de tiempo. El tiempo es oro y este es un valor añadido: es mucho más eficaz y efectivo para la empresa tener reunidos todos los servicios en uno solo. Al contratar un renting textil, te olvidas de tener que comprar las prensas, devolver las que no estén bien, buscar un servicio de lavandería, o incluso, lavar la ropa de tu negocio por cuenta propia… ahorras tiempo en gestiones.
- El cliente se olvida de la limpieza y reposición de la lencería y/o ropa de trabajo. La lavandería, se encarga de todo el proceso.
- Otro ahorro importante: espacio. No es necesario disponer de un lugar habilitado para disponer de toda la ropa necesaria. Es suficiente con un espacio mínimo para realizar el deposito en el local.
- Mejora la imagen corporativa de la compañía en cuestión, toda la ropa, lencería, textil en general, es de la misma calidad y origen.
- Ayuda a controlar los costes y gastos totales. El abastecimiento y limpieza de todos lo elementos textiles, se controlan a traces de los pagos mensuales pactados. Al tratarse de precios cerrados, no habrá sustos ni se corre el riesgo de que surjan costes inesperados.
Como desventaja, aparte de que el cliente, realmente no requiera de este tipo de servicio porque la envergadura de su negocio es mínima, lo único que se puede decir en contra, es que el cliente, contrate un servicio de renting textil con una lavandería que no sea responsable con su trabajo. En tal caso, sin duda, el descalabro repercutiría en el propio negocio. Si una empresa no cumple con lo pactado, se originan problemas añadidos. Sin embargo, esto tiene una fácil solución: elegir bien a la compañía de lavandería que preste el servicio de renting textil.
Para ello, hay que tener muy claro lo que debe ofrecer una lavandería en su contrato, para que no haya dudas de los servicios que presta. Los contratos de renting textil, variarán como es de prever, según las necesidades del contratante.
Aunque los conceptos que deben incluirse en el contrato son numerosos y pueden variar, los más habituales son los siguientes:
- Dotación de las prendas necesarias para la compañía o lugar en cuestión.
- Las prendas, sean de la índole que sean, contarán con un bordado o serigrafiado en las mismas, con el logotipo de la empresa e información de la misma.
- Lavado diario de las prendas que así lo requieran.
- Reposición y cuidado de un depósito de textiles en la empresa que contrata el servicio.
- Los arreglos y cuidados pertinentes diarios que requiera cada prenda.
- Recogida y distribución de la ropa dentro del horario establecido.
A estos servicios, pueden añadirse algunos otros, a razón de la demanda empresarial. Sin embargo, estos son los servicios básicos que debe prestar un renting textil a la empresa.